7 de enero de 2014

La verdadera ideología de Bitcoin y su relación con el establishment

La verdadera ideología de Bitcoin y su relación con el establishment
Fuente: elpais.com.uy

Si usted apenas acaba de entrar en la aparentemente interminable conversación sobre Bitcoin, se le podría perdonar que piense que esta moneda digital es un poco más que el más reciente fetiche de Wall Street o una versión mejorada de PayPal. Después de todo, ha habido muchos titulares centrados en su precio en el mercado y en las cosas sensacionales que podemos conseguir con ella: ¡Bitcoin rompe la barrera de los mil dólares!, ¡Bitcoin se hunde a la mitad!, ¡Bitcoin se anuncia para el Viernes Negro!, ¡Compre un viaje en la nave estelar de Richard Branson con Bitcoin!.

Pero todo lo que se habla del valor de Bitcoin (o su falta de valor) oscurece el hecho de que, en realidad, nunca tuvo la intención de ser una inversión ni de ser básicamente un medio para comprar juguetes sexuales o calcetines de alpaca en Internet, ya no digamos un Lamborghini último modelo. Podría alegarse que Bitcoin no es básicamente una empresa comercial, algo curioso de decir acerca de una especie de dinero en línea. Para sus creadores y múltiples seguidores, Bitcoin es, y siempre ha sido, una empresa básicamente ideológica, más filosofía que finanzas.

'Lo que me atrajo son las ideas que lo sustentan', afirma Elizabeth Ploshay, frecuente colaboradora de la revista Bitcoin, publicación cuya misión declarada es ser 'la fuente de información, noticias y comentarios sobre Bitcoin más precisa y actualizada'. Y si la revista tiene una misión, también la tiene el tema que aborda. Como explicó Ploshay, Bitcoin no es simplemente dinero; es un 'movimiento', una cruzada disfrazada de moneda, por así decirlo. Dependiendo de con quién hablemos, la meta es desatar economías reprimidas, echar abajo la banca mundial o librar una guerra contra el banco central de Estados Unidos.

Bitcoin hizo su aparición en el mundo el 3 de enero de 2009. En un ensayo de 500 palabras que acompañaba al código, Nakamoto explica que el motivo de crear Bitcoin fue el enojo por la crisis financiera: 'El problema fundamental con las monedas convencionales es la confianza que se necesita para que funcionen. Se debe de confiar en que el banco central no va a devaluar la moneda, pero la historia de las monedas está llena de violaciones de esa confianza.'

Se trataba fundamentalmente de un documento político y, como tal, atrajo seguidores en las corrientes libertarias y anarquistas, que vieron en Bitcoin la forma de quitar el abasto de moneda de las férreas manos del gobierno. Estos evangelistas empezaron a difundir la palabra en blogs y en conferencias de Bitcoin en todo el mundo. Fue apenas en los últimos meses, cuando Bitcoin atrajo la atención de los partidos políticos, de las agencias reguladoras y de inversores especulativos, cuando la narrativa de Bitcoin como herramienta de cambio se vio inundada por una trama más simple: la de Bitcoin como una especie de tarjeta de crédito encubierta o, aún más, como un juego de casino digital.

'El precio es lo menos interesante de Bitcoin', afirma Roger Ver, uno de los primeros inversores al que suelen llamar el Jesucristo de Bitcoin, un término típico de los movimientos. 'Al principio, casi todos los que participaban lo hacían por razones ideológicas. Veíamos Bitcoin como una idea excelente, como una forma de separar el dinero del Estado.'

Aunque la alharaca en torno de Bitcoin ha estado inspirada en sueños al estilo de Ron Paul de evadir la inflación y socavar a la Reserva Federal, la moneda ha adquirido prestigio también entre adherentes evidentemente menos conservadores. Aquí podríamos encontrar, por ejemplo, a los fundadores de BitPesa, una empresa en Nairobi, Kenia, que piensa ayudar a los africanos del extranjero a enviar dinero a sus familias en casa. Según el Banco Mundial, cada año se envían 1.100 millones de dólares en remesas a Kenia, proceso que genera unos 110 millones de dólares de honorarios. Utilizando la tecnología de punto a punto de Bitcoin para evadir a los bancos y las compañías de transferencias de fondos como Western Union, BitPesa espera reducir esos honorarios en una tercera parte, lo que representa un ahorro de 74 millones de dólares al año para los africanos comunes y corrientes.

Sabemos que estamos hablando con un auténtico creyente en Bitcoin al escuchar la palabra 'trastorno'. Pero así es como se considera a Bitcoin en un marco más amplio: como una herramienta desgobernada con efectos potencialmente transformadores en los negocios más arraigados, como el pago al menudeo y la administración de bienes.

'En estos momentos, en Estados Unidos, Bitcoin está considerada básicamente como un plan de enriquecimiento rápido, con algunos conceptos de privacidad financiera', explica Jon Matonis, director ejecutivo de la Fundación Bitcoin, centro autoproclamado de esta cruzada descentralizada. 'Pero sus implicaciones mayores más adelante serían trastornos importantes en algunas industrias tradicionales.'

Matonis explica que la ideología de Bitcoin es tan amplia que puede dar cabida a gente de todos los puntos del espectro, 'desde capitalistas libertarios hasta socialistas'. No solo tiene seguidores entre los oponentes al banco central, dijo, sino que también ha resultado atractiva a comunitaristas tales como los residentes del barrio de Kreuzberg, Berlín, que tiene la densidad más alta en el mundo de negocios que aceptan Bitcoin.

Hay incluso quienes consideran que Bitcoin es la mejor alternativa al sistema bancario global. Ryan Singer, fundador de Tradehill, una casa de cambio Bitcoin en San Francisco, comparó esta moneda con el correo electrónico, conjeturando que poco a poco reemplazaría a la banca tradicional, tal como los mensajes digitales desplazaron a las cartas manuscritas.

'Cuando los chicos se den cuenta de que no necesitan la ayuda de sus padres para crear una cartera Bitcoin', indicó Singer, 'cuando puedan usar Bitcoin para hacer transacciones internacionales gratis, a cualquier hora y en cualquier ciudad grande del planeta, entonces sabremos que algo ha cambiado'.

Quizá la mejor prueba de las bases ideológicas de Bitcoin es que ha surgido un cisma en las últimas semanas, entre los elementos moderados del movimiento, que sienten la necesidad de cooperar con el mundo oficial, y una facción intransigente que quiere mantener a Bitcoin libre de cualquier regulación gubernamental. El bloque de línea dura está ejemplificado por los desarrolladores de un producto Bitcoin llamado Cartera Oscura, que está programado para ser lanzado el próximo año y que tendrá protecciones reforzadas para garantizar que las transacciones de Bitcoin sean seguras, anónimas y difíciles de rastrear.

'Esto lo vemos como parte de la eliminación total del Estado', afirma Cody Wilson, director de Cartera Oscura, que se lanzó a la fama este año al publicar en línea los planos para fabricar una pistola con una impresora tridimensional. 'Ya sé que sueno como un testigo de Jehová chiflado, pero apenas estamos empezando. Y admitimos que somos ideólogos'.

Fuente: elpais.com.uy

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